Consiste en dar un alimento o fármaco para detectar reacciones alérgicas.
¿Para qué sirve?
Las pruebas de exposición controlada (PEC) a alimentos o fármacos sirven para confirmar o descartar reacciones alérgicas, si no se confirma de forma clara con otras pruebas. Se deben hacer si la historia clínica, las pruebas cutáneas y/o las pruebas en sangre no son suficientes para dar un diagnóstico final.
¿Dónde se deben hacer?
Las PEC se deben hacer en un hospital por personal sanitario especializado y con amplia experiencia en este tipo de técnica.
¿Qué requisitos debe cumplir el paciente para que se haga?
- Se tiene que informar al paciente (o a sus padres y/o tutores legales) sobre para qué sirve y los riesgos que tiene la prueba. Hay que darles una hoja de información y solicitarles que firmen un consentimiento informado.
- El paciente debe hallarse en un buen estado de salud general y no tener infección activa, ni crisis de asma o brote de dermatitis atópica.
- Para las provocaciones con fármacos el paciente vendrá desayunado. Para las PEC con alimentos debe acudir en ayunas de al menos 2 horas.
- Además, el paciente debe acudir tranquilo, relajado y con confianza en el equipo sanitario que le va a hacer la prueba.
¿Cómo se hacen?
Las PEC consisten en dar de forma fraccionada y progresiva la sustancia que causa la reacción. Al inicio se dan dosis pequeñas, que se aumentan cada cierto tiempo, en general cada 30 minutos (entre 15 y 60 minutos), hasta llegar a una ración completa del alimento o a la dosis para tratar del fármaco. En el momento que haya síntomas alérgicos se para. No se recomienda hacer más de una PEC en el mismo día.
La forma más habitual para dar los alimentos y fármacos es la oral, pero algunos fármacos pueden darse por vía inhalatoria, subcutánea, intramuscular o intravenosa.
Durante la prueba es habitual tomar las constantes (tensión arterial, frecuencia cardíaca, saturación de oxígeno) antes de dar cada dosis, así como al inicio y final de la prueba.
Tras dar la cantidad completa, el paciente debe estar en observación entre 1 y 4 horas, varía según el tipo de reacción que haya sufrido y/o el mecanismo inmune que se sospeche.
Se recomienda que las PEC se hagan entre 2-3 semanas tras la última reacción y antes de los 6 meses, para que sean más fiables los resultados.
¿Qué es el enmascaramiento de alimentos?
La forma más común de hacer una provocación es en abierto, que es dar el alimento o fármaco tal cual, sin ningún tipo de enmascaramiento. A veces, cuando los síntomas referidos por el paciente no son claros, son subjetivos o se quiere evitar la autosugestión, se puede dar un placebo, es decir, una sustancia que no provoca ningún efecto. También se puede dar la comida de forma enmascarada, y se le llama provocación ciega. Esta técnica se usa para que el paciente no sepa qué alimento está tomando. Si se hace bien, el paciente no puede saber que alimento es por su color, olor, consistencia o sabor.
¿Tiene riesgos?
El riesgo mayor de las PEC es que el paciente desarrolle otras vez la reacción que tuvo al inicio. Al usar al principio dosis pequeñas, lo normal es que en una PEC positiva, la reacción durante la provocación sea menor, y se podrá tratar sin problema y de forma precoz. Sin embargo, se puede producir reacciones graves , como la anafilaxia.
Dado que la prueba tiene riesgos, para hacerla hay que valorar la relación riesgo-beneficio.
¿Hay otras opciones?
No hay otras opciones. Se trata de la última etapa de un proceso diagnóstico. Aun así, si se logra el diagnóstico con otras pruebas (cutáneas o análisis) puede no ser necesario hacerlas.
¿Qué tiene de especial la PEC con leche y huevo?
La alergia al huevo y a la leche es la causa más frecuente de alergia alimentaria en la infancia. Casi siempre (leche 85% y huevo 65%) se curan solas. En la leche, a la edad de 3 años, mientras que en la alergia al huevo, lo hacen a los 6 años.
En este período de transición hacia la tolerancia espontánea, el paciente pasa por tres fases:
- Presenta síntomas en relación con la ingesta del alimento y tiene pruebas en piel y/o sangre positivas.
- Tolera la ingesta del alimento, pero mantiene aún las pruebas positivas y puede presentar aún reacciones por contacto.
- Consigue la tolerancia definitiva del alimento, tanto oral como de contacto, y se negativizan las pruebas en piel y/o sangre.
El principal fin del alergólogo es detectar cuándo está el paciente en la segunda fase para poder introducir el alimento en la dieta y, así, acelerar la negativización de las pruebas. Así mejora la calidad de vida del paciente y su entorno.
¿Qué tiene de especial las pruebas de provocación con fármacos?
Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), junto con los antibióticos betalactámicos son las dos primeras causas de reacciones alérgicas a fármacos en niños. Las PEC en estos casos solo se harán con fármacos importantes, es decir, en los casos en que ese fármaco es más eficaz que otras opciones (si es que las hay). A veces, se prefiere, sobre todo en reacciones graves, no hacer la provocación con el medicamento implicado en la reacción, sino con fármacos que sirvan para lo mismo, y así poder tener un tratamiento posible. Esta opción es sobre todo útil si se demuestra buena tolerancia a cefalosporinas en pacientes con reacción grave a penicilinas.
¿Cómo se interpretan los resultados?
La prueba de provocación es positiva con medicamentos o alimentos cuando aparecen síntomas objetivos (ronchas, edema, rojeces, estornudos, moqueo, tos, pitos, vómitos, diarrea, hipotensión, etc.). En el caso de las PEC con alimentos, también se puede considerar una provocación positiva cuando aparece un síntoma subjetivo como es el dolor abdominal, que debe ser intenso, es decir, que afecte al estado general del paciente, y que dure al menos 20 minutos.
En la infancia, sobre todo temprana, es difícil la comunicación. Esto hace más complejo valorar los síntomas alérgicos durante la PEC. Algunos pacientes pueden mostrar síntomas precoces que nos dicen que la provocación puede ser positiva, por ejemplo, comenzar con llanto si antes estaba tranquilo, dejar de hacer lo que estaba haciendo (jugar, leer, ver un dispositivo electrónico, etc.) o necesitar cerca al progenitor.
¿Qué debe de hacer el paciente tras la prueba?
En general, las reacciones tardías son menos frecuentes y graves que las rápidas. Sin embargo, si una vez terminado el estudio el paciente presenta algún síntoma, deberá acudir a un centro sanitario. El fin es ver su importancia y pedir un informe escrito de la atención sanitaria recibida, que recogerá las constantes y los datos objetivos (lesiones en la piel, pulso, tensión arterial, etc.) que permitan saber cómo es la reacción. Este informe deberá ser entregado después al alergólogo responsable del estudio.
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Fecha de publicación: 13-11-2024
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