La epidemia por el virus de Ébola que afecta actualmente a África Occidental (Guinea Conakri, Sierra Leona, Liberia y Nigeria) es la más grave de la historia. Desde su inicio en diciembre de 2013, se han diagnosticado más de 2100 casos de los cuáles 1310 se han confirmado por laboratorio y más de 1100 personas han muerto, cifras que van creciendo a medida que escribo el artículo. La alta letalidad, la intensa transmisión, la falta de tratamiento antiviral, la persistente propagación del brote y la debilidad de los sistemas sanitarios de los países afectados han hecho que la OMS declare este brote como una Emergencia de Salud Pública. Ahora se debe dotar con recursos económicos, humanos y materiales a los países afectados y establecer una respuesta internacional coordinada y contundente para controlar la magnitud y frenar la propagación del brote.